En Más Platón y menos Prozac, Lou Marinoff invita a caer en la pericia, la mentalidad, el espíritu filosófico para enfrentarse a la toda la inmensa complejidad que caracteriza la vida humana y nos enseña a poner en práctica esta disciplina académica, a inspirarnos en miles de años de pensamiento, de ideas, directrices, pautas de conducta para finalmente pensar por uno mismo y del que saco estos aprendizajes en la relación más larga e intensa que todos tenemos: con el trabajo.
I. El #procesoPEACE compuesto de cinco etapas: la identificación y concreción del problema, la canalización de las emociones que este nos supone, el análisis y opciones para resolverlo, la contemplación o la perspectiva («en lugar de detenerse en un árbol determinado, estudia el contorno del bosque») y el equilibrio o el momento en el que estaremos preparados para «emprender actos adecuados y justificables».
II. Aunque todos buscamos la palmadita, poder ser capaces de hacer un buen trabajo «por el mero placer de hacerlobien» y «que no sea el fruto de tu acción el motivo; ni te apegues a la inacción» (Bhagavad Gita).
III. El equilibrio entre la competición (que si es creativa y constructiva puede ser buena) y la cooperación sabiendo que ganar o perder una carrera no tiene ninguna trascendencia moral, puedes ser el más rápido pero eso no te convierte en buena persona pero sí hay valor en trabajar duro y hacerlo lo mejor posible.
IV. Mezclar racionalismo y empirismo, la razón con nuestras experiencias, probar e intentarlo para saber. «El único modo en que uno puede aprender a reconocer y evitar las trampas del pensamiento es familiarizarse con ellas en la práctica, incluso corriendo el riesgo de ganar en sabiduría mediante una triste experiencia», dijo el filósofo y matemático alemán Leonard Nelson.
V. Aceptar que una autoridadExternaSuperior como describe Hobbes, en pocas palabras un jefe, un director de orquesta, es algo bueno, es «un componente clave para mantener la paz», tanto como para obligar a que las cosas se hagan. «Se consigue muy poco sin trabajo en equipo y en cualquier equipo, hay líderes y seguidores naturales», apostando por un jefe que dé ejemplo (humillarse a sí mismo, hacer tareas que no le corresponden, es una vía hacia la mejora personal según la tradición budista) y que como sostiene la filósofa, novelista y ensayista Ayn Rand, sea capaz de dirigir un ferrocarril porque sabe conducir un tren (vive la soledad del líder pero no se aísla).
VI. La ética. Pues que algo sea legal no quiere decir que sea moral y casi convendrá conocer la filosofía china que sostiene que un «rasgo distintivo de lo correcto es que al hacerlo usted queda libre de culpa». Dormir tranquilo, vaya...
Y como BonusTrack, esta cita: «El trabajo nos evita tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la pobreza», Voltaire.
¿Pueden estar los negocios relacionados con la filosofía?
6/11/2024 - Por A.M.
Sí, pueden.