II. La nueva agencia de comunicación y RRPP Bombadil Communications estrenaba podcast hace unos días con Gonzalo Úrculo, fundador de CrowdFarming, plataforma de agricultores que ha ido creciendo a la velocidad del rayo. De la experiencia contada me quedé con la cuestión sobre cómo era pasar de liderar a 4 personas a más de 250, no solo desde el punto de vista de gestión sino de acceso. «Antes querías algo y le pegabas un grito a Juliette o a Gabriel y quizá los primeros empleados eran muy cercanos a ti y ahora supongo que hay más jerarquía, más estructura y eso es un reto también de mantener los valores y cultura de la empresa a medida que vas escalando. ¿Cómo lo has hecho?». Úrculo habló de levantar el teléfono, reunirse sobre la marcha, tratando de crecer sin perder la agilidad, creando mini startups dentro de cada unidad de negocio para que haya un ownership plan, combinando la comunicación estructurada que da eficiencia y la espontaneidad, «un día me dedico a juntar equipos, sacar una pizarra, grabar un vídeo…», lo que acaba generando engagement.
III. En un Inspiration Day de 2013, Ricardo Lop Moliner que era labrador en un pueblo de Teruel contaba cómo había pasado de no saber ni enchufar el ordenador a llegar a 22.000 clientes de todo el mundo a través de su ecommerce. Habló con mucho humor de la usabilidad de la web, de no obligar a registrarse, de poner los precios en la moneda del país en el que te conectas, no pedir datos que luego no vas a usar para nada. Y concluía que si ha pagado pues eso es lo importante. «A la gente que quiere pagar hay que ayudarle, hay que poner todos los medios de pago posibles». Encontrar lo que buscas pero también facilidades al pasar por caja. El contrarrembolso en España, Paypal aunque cobre comisión, tarjeta… «Cada medio de pago que dejas de poner hay un porcentaje de pedidos que pierdes».
Hoy en día contamos con herramientas como Signaturit que permiten firmar los contratos en un plis plas evitando procesos largos para sacar proyectos adelante como suele ocurrir en las instituciones. Contamos con aplicaciones como Slack, un chat de comunicación interna ordenado que da la espontaneidad necesaria para agilizar la transmisión de los mensajes entre empleados en compañías que empiezan a volverse grandes. Contamos con plataformas de pago como Adyen que permiten a los negocios dejar que los clientes paguen como quieran.
¿Por qué nos empeñamos en ponerle puertas al campo? Quizá tengamos que cambiar de fondo de pantalla y volver a esa mítica colina de Microsoft para recordárnoslo a diario.