Palabras para parecer más culto en el trabajo

¿Estamos renunciando a la belleza y singularidad de nuestra lengua? ¿Somos misoneístas (hostiles a las novedades)? ¿Nos da alipori (vergüenza ajena) decir la palabra exacta para un momento concreto por parecer altivos o cursis? ¿No hemos aprendido nada de Cervantes (En El Quijote empleó casi 23.000 palabras diferentes)?

Como amante de los conocimientos inútiles, pues seguro puedes vivir y triunfar con 5.000 palabras, os animo:

- Si trabajáis en RRHH, optar por asendereados (práctico, experto) candidatos, con algo de magín (imaginación), omniscientes (que tiene sabiduría y conocimiento de muchas cosas), que en sus recursos es proficuo (provechoso, ventajoso, favorable) y evitar molondros (perezoso y torpe) que cazaleen (anden de una parte a otra fingiendo hacer algo útil), teniendo siempre en cuenta a los senescentes (que empiezan a envejecer) sin creer que son simples valetudinarios (dicho de quien sufre los achaques de la edad).

- Si sois jefes o preboste (persona que tiene una posición de gran poder e importancia), liderar intentando que no estén trabajando solo por ser aurívoros (codiciosos de oro) y así no tener que compeler (obligar a alguien, con fuerza o por autoridad, a que haga lo que no quiere), con la intención de crear equipos unidos o cuchipandas (comida que toman juntas y regocijadamente varias personas), omitiendo infidencias (violación de la confianza debida a alguien) infestas (dañosos, perjudicial), todos los días de la hebdómada (semana), hogaño (en el año presente).

- Si sois emprendedores nefelibatos (soñadores) a tener acucia (diligencia, prisa, deseo vehemente) pues el dinero se acaba, facundia (facilidad en el hablar) para vender, ser inconcuso con la misión (firme, sin duda) y agibílibus (tener habilidad e ingenio, a veces pícaro, para desenvolverse en la vida), actuar siempre con alacridad (alegría y presteza del ánimo para hacer algo), ser cogitabundos (muy pensativos), buscar efugios (recursos para sortear una dificultad) cuando haya problemas, evitando incurias (poco cuidado, negligencia), rodeándote de trujamanes (persona que aconseja o media en el modo de ejecutar algo, especialmente compras, ventas o cambios).

Y a todos, para las fiestas de Navidad de empresa que ya llegan y suelen ser jocundas (plácidas, alegres) cuidado con las jumeras, acabar en estado peneque, buzaque o temulento. ¿Adivináis cómo?

Más reflexiones como esta todos Los viernes en una librería.