«No he escrito nunca por placer, he escrito siempre por no morir», Ernesto Sábato

Encuentra tu librería

Visto en LinkedIn

Nada

La serie "Nada" está en Disney +

-

I. Marco Valerio Marcial fue un poeta español, que nació entre el año 38 y el 41 en Bilbilis (lo que es ahora Calatayud, provincia de Zaragoza) y que gozó de una considerable notoriedad en Roma.

Entre su extensa obra, constituida por un total de 1.555 epigramas, destaca en Internet (el fango y lo que quieran pero mi sitio de referencia y de total prestigio) unos versos que dicen así:

«Las cosas que hacen feliz, amigo Marcial, la vida, son: el caudal heredado, no adquirido con fatiga; tierra al cultivo no ingrata; hogar con lumbre continua; ningún pleito, poca corte; la mente siempre tranquila; sobradas fuerzas, salud; prudencia, pero sencilla; igualdad en los amigos; mesa sin arte, exquisita; noche libre de tristezas; sin exceso en la bebida; mujer casta, alegre, y sueño que acorte la noche fría; contentarse con su suerte, sin aspirar a la dicha; finalmente, no temer ni anhelar el postrer día».

II. En una entrevista en televisión, Fernando Fernán Gómez, decía que él estaba «muy capacitado para no hacer nada, yo no soy una persona de esas de las que se dice que necesitan estar trabajando porque si no, no se realizan; si yo hubiera sido heredero, habría estado perfectamente sin hacer nada».

Este comentario, de alguien que trabajó de actor, director, novelista e incluso fue miembro de la Real Academia Española, triunfando en todas las áreas, me pareció sorprendente a la par que admirable.

Cuantas veces he jugado a qué harías si te tocase el euromillón y siempre respondo que jamás dejaría de trabajar pero tras oír a Fernán Gómez, me pregunto, ¿acaso estoy equivocada?

III. Escucho en De Dentro a fuera al fundador de Baïa contando su rutina wellness y cómo con todas esas cosas mezcladas con el trabajo saca lo mejor de si cada día. Entre el café con su creamer, el deporte, el baño de agua de fría siempre que puede, las 30 especias vegetales a la semana, no faltaba la meditación.

La meditación, esos 10 minutos por la mañana y por la noche, para dejar la mente en blanco y así reducir el estrés, mejorar la productividad, la concentración… Una práctica que te ayuda a ser más creativo, paciente, a dormir mejor, a reducir los pensamientos negativos; una práctica que buceando por las redes resulta que realizan muchas personas de éxito irrefutable, desde deportistas de élite, estrellas del cine y la televisión, sin olvidar a todo Silicon Valley (Oprah Winfrey, Djokovic, Gates, Jennifer Aniston…).

Probé a meditar hace unos días y me fue imposible. Una y otra vez me saltaba la lista de la compra.

IV. Subrayo en Carne Gobernada de Fernando Savater párrafos sobre su aprecio por la filosofía, por lo inútil, por la duda razonable, por lo vital que es precisamente todo eso porque no sirve para nada.

Savater que siempre ha sostenido que «cuanto más inculta una persona, más dinero necesita para los fines de semana», arranca el ensayo explicando que de toda su obra, este libro había sido el menos planeado, que se había entregado a lo que iba saliendo. Frente al ordenador, «mi disposición ya no es “obedéceme”, sino “sorpréndeme”».

Y me percato que ese afán por ser prácticos y productivos además de en el negocio, se empieza a dar en el ocio. En cualquier rato «muerto» o libre realmente. Planificando non stop. No vayamos a aburrirnos, no vaya alguien a responder a un «¿qué hacemos?», un relajado y ligero «vamos viendo».

V. En una serie de escasos cinco capítulos y por ello dos veces genial, el protagonista, un señor argentino de unos 60 años, en plena crisis existencial tras la muerte de su empleada doméstica pero aún viviendo de sus años de bonanza como crítico gastronómico es entrevistado en un programa de radio:

- «¿Y usted cómo se definiría maestro? ¿Cómo un crítico gastronómico, escritor, periodista?».

- «Diría que no soy nada».

Se aproxima el verano y ese es mi cometido. Capacitarme para hacerlo. Porque cuanto más vueltas le doy, encuentro que para sentirse completo, para seguir progresando y creciendo, para ser TODO, toca de vez en cuando ser y estar, parecer y pensar, en NADA.