Sin ningún tipo de ánimo de asemejarme a los ya mencionados (¡ya me gustaría!), este finde en el Retiro, caí en la cuenta de que si tienes un negocio, siempre acaba llegando Darwin para fastidiarte la marrana. Adaptarse o morir.
Fue precisamente escuchando a un saxofonista cuando me sorprendió ver, que al lado del cestillo de las monedas, había un cartel con un móvil y en mayúsculas la palabra mágica: BIZUM. Mientras seguíamos paseando, los mimos, el mago, los caricaturistas... TODOS estaban a la orden del día. Conscientes de que ya nadie lleva efectivo, proponían el bizum e intuyo que alguno hasta tendría un datafono.
Así mismo, también estaban los cartones con las @ de sus Instagram y un sin fin de autobombo metido dentro del show de en qué locales actuaban para que eso no quedase en diez minutos de sonrisas.
Y entonces di con las tres cosas básicas que todo negocio, hoy en día, no puede obviar:
1. Métodos de pago: efectivo, tarjeta, bizum, transferencia, Paypal...Ponlo fácil.
2. Multicanalidad: tienda física, e-commerce, distribuidores, marketplaces. Si Mahoma no va a la montaña…
3. Presencia digital: redes sociales, web, Google. Si no estás, no existes.
Hoy en día, estos básicos han de estar en tu empresa si quieres ser líder (o sobrevivir) y seas pública, nueva o histórica. Por ejemplo:
- EMT Madrid: cojo mucho el autobús y soy fan. Puedes pagar como quieras. Hay una pantalla con info en tiempo real de la ruta, actualidad y sobre la ciudad. Puedes cargar el móvil. En las paradas, puedes ver cuánto queda o si hay algo cortado. Entre muchas otras cosas. Esto sí que es el Internet de las cosas.
- GoodNews: Me encanta esta genial idea de coger un negocio en supuesta decadencia como son los kioskos para convertirlos en sitios cool de parada obligatoria. Prensa, libros pero también café y muuucho buen rollo. Además las colaboraciones que hacen con otras marcas y el sistema de suscripciones de café a domicilio.
- IEF - Instituto de la Empresa Familiar: Heredar una empresa no es un chollo, es una verdadera responsabilidad y al igual que me da pena ver cómo algunos negocios de toda la vida se van a pique, me alucinan los que pasan de generación en generación con mucho éxito.
Como Iñigo Montoya, la era digital no titubea: «Prepárate a morir». O no. Porque seguramente en el momento menos pensado, se enciende una bombilla. “Anda, no llevo suelto, ¿puedo pagar con tarjeta?”. Y este contestó: EFECTIVIWONDER.